

La psoriasis es una enfermedad crónica que afecta a las uñas (onicopatía psoriásica) en más del 50% de casos. Su aparición en una zona tan visible como son las uñas de las manos hace que el paciente viva con una gran angustia y una menor calidad de vida. Esta patología sigue siendo una gran ignorada, y dado a su impacto visual, puede generar rechazo por parte de aquellos que la desconoce. La causa es desconocida, participando factores genéticos y ambientales. La inflamación de las estructuras de la uña, sobre todo de la matriz, es la responsable de las alteraciones en la lámina ungueal y de la pies circundante La alteración ungueal más frecuente en la psoriasis son las depresiones puntiformes en la superficie de la lámina ungueal (pitting ungueal o «uñas en dedal «). A continuación destacan las alteraciones del color del lecho ungueal («manchas en aceite»), la hiperqueratosis subungueal, las onicodristrofias, el desprendimiento de la uña distal e incluso total (onicólisis) y las hemorragias en astilla. Otras alteraciones son las líneas de Beau (surcos transversos en la lámina ungueal), la onicorrexis (estriación longitudinal y fragmentación de la lámina ungueal), las lúnulas rojas y la leuconiquia (uña de color blanco).
DIAGNÓSTICO
El aspecto clínico de la uña y, sobre todo, las lesiones típicas de psoriasis en la piel, permite hacer el diagnóstico con facilidad. es excepcional tener que recurrir a una biopsia de la matriz ungueal para realizar el diagnóstico histológico.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Cuando sólo se afectan las uñas, es importante diferenciarlo de las onicomicosis mediante exámenes directos rápidos, cultivos y estudios histológicos de la lámina ungueal. Los pittings pueden observarse en personas sanas o con eccemas crónicos, alopecia areata o liquen plano.
TRATAMIENTO
La psoriasis ungueal suele ser persistente, con mejoras transitorias e intermitentes, y refractaria a la mayoría de tratamientos. Como tratamiento tópico se dispone básicamnte de los análogos de la vitamina D3 (calcipotriol, calcitriol y tacalcitol) y de los corticoides (en especial, betametasona), aplicados en la lámina y, sobre todo, en el pliegue proximal ungueal durante meses. Otras alternativas son los retinoides (tazoroteno), el 5-fluoroauracilo, la antralina e incluso la ciclosporina. como posibles tratamientos sistémicos se dispone de fototerapia (PUVA, psoralenos tópicos u orales más ultravioletas A, y UVB de banda estrecha), ciclosporina, acitretino, metotrexato e inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa. La mayoría de estos tratamientos tienen efectos secundarios potencialmente graves y no suelen estar justificados sólo por la gravedad de la psoriasis ungueal.