

Hola amigos de ciudad sanitaria!
¿Os gustaría descubrir paisajes que de otro modo no podríais conocer nunca?
¿Os gustaría sentir la aventura, emoción, evasión, libertad y muchas más sensaciones?
Imaginad un paseo por aguas tranquilas disfrutando de la naturaleza en completa libertad. Yo lo viví y mi experiencia fue para recordar.
Qué mejor sitio que El Congost de Mont-Rebei. Es una de las rutas más espectaculares de Cataluña. Es un gran desfiladero de recorrido muy estrecho que sigue una ruta excavada en la roca. El punto más ancho del Congost de Mont-Rebei es de 20 m siguiendo el cauce del río Noguera Ribagorzana.
El propio río es el responsable de este monumento natural, haciéndose paso sobre la roca a lo largo de millones de años.
Itinerarios hay muchos a pie, pero nosotros elegimos la travesía en Kayak. Mi espectación era máxima puesto que nunca había subido en un kayak. Cierto es que los hay individuales, dobles y triples, para manejar la embarcación en solitario, en pareja, con la familia o con amigos.
El kayak precisa de cierta técnica y yo precisamente mucha técnica no tenía. No hace falta ser un experto, pero sí, realizar un cursillo de iniciación si es la primera vez que lo practicas. No hay que ir solo nunca. Es mejor contratar un monitor que indique el recorrido más seguro, sobre todo si no se tiene experiencia.
Yo estaba algo nerviosa y no sabía cómo sentarme en un kayak, pero es cierto que es importante sentarse hacia adelante, con la espalda derecha para evitar lesiones y si es un kayak cerrado, no hay que apoyar la espalda en el respaldo del bote.
Me enseñaron cómo utilizar una pala de doble hoja. Es muy fácil el aprendizaje y múltiples sus posibilidades.
Hay que remar con un ritmo continuo y suave, dejándose llevar por la marea para no volcar. Introducir la pala lo más adelante posible y bien cerca del kayak, deslizar la pala hacia atrás con suavidad, sacarla del agua, estirar el otro brazo y repetir el movimiento. Para remar mejor, los brazos tienen que estar estirados y hay que girar la cintura.
Yo recomiendo ropa ligera que se seque rápido, que algo siempre te mojas. Sobretodo traje de neopreno, escarpines, chaleco salvavidas, casco, pala y, por supuesto, la embarcación.
Se requiere estar algo en forma. No hace falta demasiado, pero no hay que olvidar que pueden ser incluso hasta cuatro horas de travesía.
La mentalización es importante; no conviene arrepentirse a mitad de camino.
La navegación empezó agradable y tranquila. Parecía sencillo y avanzabas rápido. El agua estaba en calma y el sol lucía. En un instante el sol se escondió tras las nubes y el viento empezó a soplar con fuerza. La travesía se volvió complicada para una persona como yo sin experiencia. La fuerte brisa me impedía navegar contracorriente y la dificultad se incrementó con riesgo de volcar.
La pérdida del remo sin llevar el de emergencia hizo más difícil mi situación. Gracias a mi pareja logré recuperarlo y con una cuerda pudo remolcarme un tramo. El agua que llevábamos ayudó a recuperar la energía perdida con el sobreesfuerzo.
Yo terminé exhausta de remar. Si pudiera volver a elegir cogería denuevo un kayak simple, ya que con el doble no sólo tienes que estar pendiente de cómo remar, sino además de sincronizarte con tu pareja para remar. Si no te sincronizas bien no avanzas.
Aunque me costó mucho aceptar el consejo de mi pareja de no adquirir un kayak doble, al finalizar la travesía me di cuenta de que tenía razón y la realidad es que es mucho más fácil en kayak simple. Así que si estáis empezando, os recomiendo el simple.
El atractivo principal, además del eterno paisaje, son las escaleras acantiladas de Montfalcó, el baranco de la Maçana y el puente colgante del Barranco de Sant Jaume: 40 m de vacío bajo nuestros pies.
Múltiples sensaciones te proporciona estar solo con la naturaleza sin más a tu alrededor.
El vértigo invertido que percibes es de impresión, durante el recorrido, cuando pasas por el punto más alto del acantilado de 500m.
Los más valientes (y preparados) podrán acceder a la Cueva Colomera través de la vía ferrata que le da acceso.
La relajación mental que nos sobrevino tras la larga jornada de navegación, han dejado huella en mi memoria. Hoy lo recuerdo como una experiencia para repetir y saludablemente recomendable. Animaos!!!!